Ética e Inteligencia Artificial (IA) para profesionales de la tecnología: navegando por el mundo digital de forma responsable

Introducción
"La inteligencia artificial (IA) es una tecnología revolucionaria que está transformando el mundo en que vivimos. Tiene el poder de automatizar tareas complejas, predecir comportamientos e incluso tomar decisiones. Pero con todo este poder viene la responsabilidad de usar la IA de forma ética" (Chat GPT, 2023).
La inteligencia artificial se ha vuelto cada vez más presente en nuestra vida cotidiana, y además de las posibilidades y beneficios, la IA ha traído consigo desafíos significativos para los profesionales de la tecnología y la sociedad en general. En el contexto actual, es esencial desarrollar sistemas de forma responsable, teniendo en cuenta no solo la eficiencia y el rendimiento, sino también las implicaciones éticas y sociales de estas herramientas que interactúan y tienen un impacto directo en la vida de las personas.
Frente a un sistema potente como la IA, surgen grandes responsabilidades y preguntas:
- ¿Cómo lidiar y evitar algoritmos que pueden reproducir sesgos discriminatorios?
- ¿Cómo garantizar el uso y desarrollo ético de la Inteligencia Artificial (IA) en todas sus aplicaciones?
Es esencial reflexionar sobre estas cuestiones y pensar en acciones para reducir los riesgos de la IA y promover el avance tecnológico de manera ética e inclusiva.
Inteligencia Artificial (IA)
IA es la abreviatura de Inteligencia Artificial. La IA forma parte del campo de la ciencia de la computación, que se refiere a la capacidad de las máquinas o sistemas para exhibir comportamientos y habilidades similares a los humanos.
Esto es posible a partir del desarrollo de algoritmos y sistemas (lógica simbólica, redes neuronales artificiales, algoritmos genéticos y sistemas expertos) que logran desarrollar tareas realizadas por la inteligencia humana, como:
- razonar;
- reconocer patrones;
- tomar decisiones; y
- otras actividades.
Por lo tanto, la inteligencia artificial (IA) se hace cada vez más presente en nuestra vida diaria, participando en diversas áreas y sectores. Con el avance de la tecnología, las máquinas son cada vez más capaces de realizar tareas con comportamientos similares a la inteligencia humana, sirviendo como apoyo para las personas en el día a día profesional con el fin de facilitar y optimizar el tiempo y la complejidad de ciertas actividades.
Ética
La ética es un área responsable de comprender temas que involucran la moral (la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal), las conductas ideales de los humanos y cuáles son los valores y principios que mueven las acciones de las personas.
Es un campo de estudio muy complejo, que puede entenderse como un conjunto de comportamientos que orientan las acciones humanas, de forma responsable, que respetan la libertad, la información y la vida de los demás.
Ética en el uso de la Inteligencia Artificial (IA)
La ética en la inteligencia artificial se refiere a los principios y directrices éticas que la sociedad y los profesionales de la tecnología deben seguir al diseñar, desarrollar e implementar sistemas de inteligencia artificial.
Como la IA trae consigo impactos directos en la vida y en la sociedad, es importante pensar y comprenderla junto con otras comprensiones que forman parte de la composición de la sociedad, como la ética. Por eso, es esencial utilizar esta tecnología de forma responsable y ética, considerando los posibles efectos y consecuencias.
"Utilizar la inteligencia artificial (IA) con ética implica considerar los aspectos morales y los valores humanos al diseñar, desarrollar y utilizar sistemas de IA. Es un principio que busca garantizar que los sistemas de IA se utilicen de manera responsable, justa, transparente y que respeten los derechos y la privacidad de las personas" (Chat GPT, 2023).
La propia inteligencia artificial señala cómo la ética desempeña un papel fundamental en el uso de la IA, por lo tanto, es relevante que sus resultados y comportamientos sean cuestionados y utilizados en base a los estándares éticos, porque interferirán directamente en la vida de las personas.
Teniendo esto en cuenta, la IA puede ser potencialmente beneficiosa cuando se utiliza con ética y responsabilidad, como: automatizar tareas complejas, predecir comportamientos y ayudar en la toma de decisiones y en estudios complejos. De lo contrario, pueden recaer consecuencias desventajosas sobre la sociedad, por ejemplo: sesgos algorítmicos discriminatorios y privacidad vulnerada.
Así, la toma de decisiones éticas en la aplicación de la IA es esencial para evitar discriminaciones, proteger la privacidad de los individuos y garantizar la seguridad y la transparencia en su uso. La sociedad necesita estar atenta a los desafíos y oportunidades que trae la inteligencia artificial, para garantizar que su potencial se explore de manera ética y beneficiosa para todos.
Desafíos éticos de la Inteligencia Artificial (IA)
Aunque la IA ha traído muchos beneficios y avances significativos, también presenta una serie de desafíos éticos que deben ser abordados de forma cuidadosa y responsable.
Uno de los desafíos es el sesgo algorítmico. Los sistemas de Inteligencia Artificial se entrenan con base en grandes conjuntos de datos, que pueden reflejar y ampliar los prejuicios existentes en la sociedad. Si estos datos contienen sesgos raciales, de género u otras formas de discriminación, los sistemas de IA pueden dar continuidad y ampliar estas desigualdades.
Otra cuestión ética es la privacidad y seguridad, ya que se utiliza una gran cantidad de datos para entrenar y alimentar los sistemas de Inteligencia Artificial. La utilización de datos personales sensibles puede resultar en violaciones de privacidad y potencialmente ser explotada por personas malintencionados.
Los sistemas de IA son de alta complejidad, lo que hace difícil atribuir responsabilidad por sus acciones. Cuando un sistema de Inteligencia Artificial toma una decisión incorrecta o perjudicial, ¿quién es el responsable? ¿Los desarrolladores, fabricantes, usuarios o la propia IA? En muchos sistemas de IA se vuelve difícil la comprensión de determinadas decisiones y conclusiones.
También existe una cuestión ética sobre la empleabilidad, ya que la inteligencia artificial tiene el potencial de automatizar muchas tareas anteriormente realizadas por seres humanos, lo que genera preocupaciones sobre el impacto en el mercado laboral.
Otro cuidado es que la IA también puede ser utilizada para difundir desinformación y manipular opiniones. Los algoritmos de recomendación en plataformas de redes sociales pueden crear burbujas de información y reforzar creencias preexistentes. Además, la capacidad de crear contenido falso realista, conocido como deep fakes, levanta preocupaciones.
Directrices para lidiar con los desafíos éticos de la inteligencia artificial (IA)
Existen algunas directrices para diseñar, desarrollar e implementar sistemas de inteligencia artificial con ética, para producir resultados que sean imparciales, justos, diversos y legales de forma que se expandan los beneficios de la IA en la sociedad, son ellas:
- Evaluaciones y ajustes constantes
- Colaboración entre inteligencia humana e Inteligencia Artificial
- Equidad y justicia
- Privacidad
- Responsabilidad
- Seguridad
- Transparencia
1) Evaluaciones y ajustes constantes Como las tecnologías cambian con rapidez y de forma constante, es esencial realizar evaluaciones periódicas para comprender cómo las decisiones y las respuestas de la Inteligencia Artificial están siendo entregadas y si están de acuerdo con los entendimientos legales y éticos de la sociedad. Si no es así, es posible identificar y ajustar lo que sea necesario para optimizar las respuestas.
2) Colaboración entre inteligencia humana e Inteligencia Artificial La Inteligencia Artificial se desarrolla para sumar a la inteligencia humana, es decir, para trabajar junto con los humanos y complementar sus actividades, actuando como una herramienta de apoyo. Por lo tanto, las decisiones y las entregas finales deben ser hechas por los seres humanos, es decir, todo lo que la IA produzca debe también ser cuestionado y pensado por los humanos.
3) Equidad y justicia Es importante desarrollar la IA de forma responsable, imparcial y justa, para que sus comportamientos no den continuidad a las desigualdades de la sociedad. Por lo tanto, los algoritmos de la Inteligencia Artificial deben ser alimentados con datos diversos y representativos, para evitar sesgos discriminatorios en sus respuestas.
4) Privacidad Con la capacidad de la IA para recopilar y procesar información y datos personales, la protección de los datos y la seguridad de la privacidad es un punto esencial. Por lo tanto, los sistemas de Inteligencia Artificial deben ser diseñados teniendo en cuenta la privacidad y el tratamiento de los datos de los usuarios, respetando la ética y las regulaciones aplicables en esos momentos (Ley General de Protección de Datos).
5) Responsabilidad Es esencial que los desarrolladores y usuarios de sistemas de IA sean responsables de sus acciones, y para ello es necesario establecer mecanismos de rendición de cuentas para supervisar y controlar el desarrollo, la implementación y el impacto de la Inteligencia Artificial.
6) Seguridad La IA trata de sistemas autónomos que pueden tener acceso a información sensible o controlar equipos físicos. Los desarrolladores deben garantizar que los sistemas de IA sean seguros y resistentes a los ciberataques, asegurando que no sean manipulados o hackeados por terceros que puedan manipular el funcionamiento del sistema.
7) Transparencia Los usuarios deben comprender cómo la IA toma decisiones, así que los desarrolladores deben construir sistemas de Inteligencia Artificial que sean transparentes y explicables, para ayudar en la atribución de responsabilidades y la identificación de sesgos parciales y permeados por perspectivas discriminatorias.
Al seguir estas directrices, comprendiendo los impactos de la IA, promoviendo la transparencia, el respeto a la privacidad y el tratamiento de datos, evitando la reproducción de prejuicios y siendo responsables, podemos garantizar que la IA sea usada para el bien y para el avance de la sociedad en general.
Consejos para aplicar estas directrices en el día a día del trabajo
Algunos consejos prácticos para implementar estas directrices en el día a día del trabajo son:
- Documentar y comunicar objetivamente el funcionamiento de la IA, para evitar sesgos injustos o decisiones arbitrarias, construyendo y mostrando el funcionamiento del sistema de forma transparente.
- Obtener el consentimiento para recopilar y utilizar los datos de los usuarios y adoptar medidas de seguridad adecuadas para proteger la información personal y garantizar la seguridad de los usuarios.
- Analizar cuidadosamente los datos de entrenamiento para identificar y disminuir posibles perspectivas parciales. Implementar mecanismos de supervisión y control para detectar y corregir problemas éticos o disfunciones en los sistemas de IA. Para no desarrollar sesgos injustos o prejuiciosos en los algoritmos y sistemas de IA.
- Estimular el trabajo colaborativo y multidisciplinario entre los más variados profesionales, como profesionales de la tecnología, especialistas en ética, investigadores sociales y otras partes interesadas. Porque, a través del diálogo y la participación de diversas perspectivas, es posible trabajar de forma asertiva en la construcción ética y responsable de la Inteligencia Artificial, buscando el desarrollo de una IA representativa, imparcial y que proporcione el bien común.
Conclusión
La ética en la inteligencia artificial (IA) desempeña un papel fundamental para los profesionales de la tecnología que desean navegar por el mundo digital de forma responsable. Reconocemos la importancia de la IA como una herramienta poderosa que impulsa la innovación y el progreso en diversos campos. Sin embargo, es esencial que el uso de esta tecnología sea guiado por principios éticos y responsables.
Debemos asegurar que la IA sea inclusiva, equitativa y diversa, considerando diferentes perspectivas y evitando discriminaciones o prejuicios en sus algoritmos. Además, es crucial proteger la privacidad y tratar los datos de manera responsable en la IA, garantizando la confidencialidad y el consentimiento adecuado de los individuos involucrados.
El impacto social y económico de la IA también debe ser evaluado cuidadosamente, buscando minimizar las desigualdades y maximizar los beneficios para la sociedad en general. Al considerar un enfoque ético en la IA, promoviendo un diálogo continuo entre profesionales, investigadores, gobiernos y comunidades para garantizar que su potencial se explore de manera ética y beneficiosa para todos, los profesionales de la tecnología están construyendo un futuro digital más justo, transparente y confiable, donde la IA se utiliza para mejorar la vida de las personas e impulsar el progreso de forma responsable.
Artículo escrito por: Fernanda de Souza
Fernanda es una Scuba en la Escuela de Innovación y Gestión, estudiante de Derecho, apasionada por la educación. Ha estado en este campo desde su primer contacto con el mercado laboral y le gusta hablar de diversos temas, especialmente de ciencias sociales y jurídicas. Le fascina la música brasileña, el baile y la lectura, sobre todo una buena novela romántica.
Traduzido y adaptado por Iara Martínez.